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El chef y músico Alberto Marín lo mismo te cocina un funk o un rock que te interpreta una tortillita de camarón
Alberto Marín es músico. Guitarrista en Ankhara, Def con Dos y Mónica Naranjo, con la que está a punto de arrancar nueva gira. Una profesión, nacida de una pasión, que convive ahora con una pasión que quiere convertir, y está convirtiendo, en profesión: la cocina. Marín tiene en el punto de mira una taberna rockera en Alicante. De esas con buena música, con opción de directos, y mejor comida. Que desmienta eso de que el heavy come mal.
Su atracción por los fogones le llevó a presentarse, y entrar, en MasterChef, el talent de Televisión Española para flipados de la cocina que quieren pasar al estatus de profesionales. Y de allí salió con conocimientos más sólidos y con nuevas ideas.
Una de ellas es la que trasladó el pasado 21 de septiembre al Chiringuito Tropical (Solete Repsol, Playa Blanca, Lanzarote) el local que Luis Benito ha puesto en el mapa de la gastronomía canaria. Allí donde se ubican los locales con buen rollo, mejor cocina y ninguna prisa.
El concepto del músico, que viene repitiendo por similares locales del litoral mediterráneo, se hace llamar Rock&Food y, en efecto, combina música y comida. No engaña.
Alberto Marín chef se marca una especialidad de la casa y, más tarde, Alberto Marín músico puntea y rasguea la guitarra eléctrica sobre éxitos del funk y el rock.
Rock&Food en Chiringuito Tropical
Su paso por Playa Blanca fue un tanto más completo. Luis Benito, anfitrión que se desvive por sus clientes del Chiringuito Tropical, quiso que la noche fuera más redonda. Y echó mano de Gonzalo Calzadilla (Isla de Lobos, Princesa Yaiza, 1 Sol Repsol), amigo de la casa, de Neni Frahija, talentosa chef especialista en cocina dulce, y de Peligroso Pérez, maestro en destilados. Si añadimos al residente Maikel López, tenemos completa la alineación que elevó el Rock&Food a otro nivel.
De hecho, lo primero que llegó a las mesas fue precisamente la Ostra (con mayonesa de sriracha, hilos de chile…) que ha popularizado Maikel, que se combinó con un cocktail con la ginebra Pita Gin como base. Calzadilla marchó su versión del bocadillo de calamares madrileño. Y, fuera de programa, el propio Luis Benito sirvió un Arroz con manitas antes de que Marín compartiera su popular Tortillita de camarones como base del relleno de los tacos del pastor con su carne marinada y sus chiles varios. El cocktail elegido tenía como protagonista el vodka.
Para el postre, mojado con un combinado a base de horchata y ron 12 años, obra del experto mixólogo Emilio Pallarés, como los dos anteriores, Neni Frahija condensó los sabores caseros de chocolate y bizcocho de calabaza en un bocado de lo más sabroso.
Y así llegó el otoño. No obstante, el Chiringuito Tropical cerrará oficialmente las Cenas de una Noche de Verano este lunes, 30 de septiembre, con la esperada velada protagonizada por el chef Germán Blanco (Brisa Marina, Playa Blanca).