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El Real Puerto Janubio, en tiempos pasados, fue un bullicioso puerto comercial y el más importante del sur de la isla en la comercialización de cal. Durante las erupciones quedó sepultado bajo una lengua de lava y cantos rodados, dando lugar a la actual Laguna de Salinas de Janubio, fundada en 1895 por Vicente Lleó Benlliure. Esta laguna es un testigo mudo de la historia volcánica de la isla y juega un papel crucial hoy en día.
Siglos después de aquellos sucesos que cambiaron el paisaje de Lanzarote y las vidas de sus gentes, un vino Malvasía Volcánica blanco seco recuerda el Real Puerto Janubio.
Pero ¿el vino lleva sal? El recuerdo de la todavía reciente puesta en el mercado de la cerveza Janubio, que sí lleva su porcentaje correspondiente -mínimo- de sal marina, hizo preguntar a algún asistente a la presentación si el vino también la lleva. Y no, no lleva sal marina. Pero sí la esencia con la que Carlos Padrón Lleó, junto a su hijo Carlos Padrón Marrero, impregnan cualquier iniciativa que emprenden. Escucharles hablar es como leer un libro de historia de Lanzarote escrita en verso. Puro sentimiento.
Este vino seco de la variedad Malvasía Volcánica es un homenaje a la rica historia de Lanzarote y al antiguo “Real Puerto Janubio”, que fue engullido por las erupciones volcánicas y cuya historia aún se siente en el corazón de Las Salinas. La etiqueta del vino presenta un mapa de “Lansarote” del año 1751, que muestra las áreas de la isla afectadas por las erupciones de Timanfaya entre 1730 y 1736, destacando las partes cultivadas, sin provecho y perdidas tras estos eventos.
Padrón Lleó quiere que se entienda el crucial papel del hombre y la mujer de Lanzarote en la configuración de los dos paisajes más singulares de la isla: Las Salinas de Janubio y La Geria. Dos de las fotos más repetidas de Lanzarote en el exterior no son fruto de la casualidad o de los caprichos de la naturaleza: son la muestra de cómo la sabiduría natural y la tenacidad y el trabajo duro del conejero, cambiaron drama y tragedia por vida y belleza.
«Real Puerto Janubio» es un vino, por tanto, que captura la esencia de la historia y el paisaje de Lanzarote. Elaborado y embotellado por Bodegas La Geria, este vino promete ser una experiencia única para los amantes del producto, que aprecian la profundidad de su origen y la calidad del resultado final.
Alejandro Besay, enólogo de La Geria, glosó las cualidades de un vino procedente de una extraordinaria cosecha en la que cada cosa ocurrió a su debido tiempo: las lluvias -aun escasas-, el frío y el calor. El resultado es un vino de un blanco muy tenue, casi translúcido, que invita a explorar sus matices sutiles. Al acercar la copa a la nariz, se despliega una explosión de aromas tropicales que evocan un paseo por un huerto exótico. En boca, este vino revela su persistencia y elegancia.
Es, en definitiva, y como las intenciones de la familia Padrón, un tributo exquisito a la rica historia volcánica de Lanzarote y al emblemático Puerto Janubio.