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El referente de Almansa (Albacete), con casi tres cuartos de siglo divididos en tres generaciones, deleitó en las Cenas de una Noche de Verano
En Almansa (Albacete) se sitúa el Mesón El Pincelín, un restaurante fundado en 1952 por Pascual Blanco Campos y su esposa Josefa. Ellos transformaron un modesto bar en un referente de la gastronomía en la región manchega. En la actualidad, está al frente Diego Blanco, tercera generación de pincelines, que ha obrado un pequeño milagro: que el Mesón, por una noche, tuviera el mar a solo diez metros de distancia.
Diego Blanco estuvo este martes, 13 de agosto, sirviendo la Cena de una Noche de Verano del Chiringuito Tropical de Playa Blanca (Lanzarote) para mayor placer del anfitrión, Luis Benito, almanseño de cuna y, además, conejero por elección.
La velada se inició a pequeños bocados: Panipuri de atascaburras y alioli de ajo negro crujiente con crema de pisto manchego; Bonito semicurado y caviar. Y siguió con los entrantes: Pincelada de bombón de foie con queso caramelizado, por un lado, y Brotes de girasol, straciatella, cecina ahumada, maíz liofilizado y vinagreta de frutos secos, por otro.
Blanco preparó, de principales, una Carrillada de rape negro en salsa beurre blanc, su demiglace, setas y mini carlota y una Carne de cabrito lechal manchego con patata pavé. Los Benito, padre e hijo, estuvieron como punchas en todo momento, hasta que ya llegó la hora del postre, una Banoffee.
Como es habitual en las Cenas de una Noche de Verano, el disfrute fue máximo y ya hubo quién preguntó por dónde se va a Almansa y a qué hora cierra el Mesón El Pincelín.
Por cierto, el nombrete viene dado porque el bisabuelo, el fundador, iba siempre elegantísimo, de punta en blanco. Hecho un pincel.
Eso sí, si van a Almansa al Pincelín no piensen bañarse en el mar inmediatamente después de comer. Pilla un tanto más lejos de lo que lo tuvo este martes.
