Platocanario.es Luis Benito sirviendo arroz

Luis Benito, el jefe es el jefe

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El artífice y anfitrión de las Cenas de una Noche de Verano, en el Chiringuito Tropical, agota plazas dos noches consecutivas con una cocina de nivel

Como los cantantes de moda, que agotan las entradas varias noches consecutivas, pero en versión cocinero. Luis Benito, chef y propietario del Chiringuito Tropical (Playa Blanca, Lanzarote), completó, en sus dos citas de los días 9 y 10 de agosto, en sus Cenas de una Noche de Verano, el aforo del local que se distribuye a lo largo de varios metros en la avenida playera a la altura del Hotel SBH Royal Mónica. 

A ver, no es un hito ni, recién acabadas las olimpiadas de París, le van a dar medalla alguna. Pero hay que dar el mérito que se merece a quien ha estado picando piedra no pocos años hasta hallar la veta buena. Y ser lo suficientemente inteligente para sostenerla en el tiempo.

Ya hemos contado aquí mismo que las Cenas de una Noche de Verano fue una feliz iniciativa que comenzó hace ya más de un lustro. La idea es simple: un chef de la isla, o de fuera de ella, da una cena una noche concreta en un ambiente, digamos, menos formal que si probaras lo mismo, o parecido, en su local de residencia. Con una sola condición: el producto. Los encuentros son, además, un guiño al producto local.

Y, poquito a poco, el evento ya está en el punto de una doble lista de espera: de clientes y de chef que quieren vivir la experiencia.

El propio Luis Benito se ha puesto al frente de los fogones, por partida doble. El segundo día, rodeado de alguno de los más destacados periodistas y comunicadores gastronómicos del archipiélago, prescriptores y empresarios del sector.

Una cena regada con vinos de la recién estrenada -para el gran público- Bodega Rocanegra, representada en la cena por José González, uno de los tres socios, y prologada por el siempre apetecible vermú Primo, del ingenioso Davide Musci

Lanzarote y La Mancha

La cena arrancó con un fresco Salmorejo con tomates de Tinajo y anguila ahumada, una deliciosa croqueta de Rabo y el obligado guiño de Benito a su tierra natal: La Mancha. Esta vez eligió el Ajo mataero, un exquisito plato vinculado a la matanza del cerdo, y que tiene como base el hígado, que se cocina con la grasa del cerdo, pimentón, ajos y pan.

Tras el arranque, el competente personal del Chiringuito sirvió un impecable Arroz meloso con carpaccio de carabineros de La Santa, un Encebollado de medregal con puré de batata de Los Valles y un delicado Rulo de manitas de cerdo con salsa de manzana asada y trufa.

El remate a la noche llevó el protagonismo de la bombonería La Corona y la joven chef de cocina dulce Adelia Ramírez. Al primero se le encomendó la tarea de elaborar unos bombones con Pita Gin, la ginebra de aloe vera marca da la casa. A la segunda, un postre representativo del local. El resultado fue una elogiada adaptación de las Zamburiñas con salsa kimchi. Chocolate blanco para la concha, limón y frambuesa para imitar el marisco con su coral y un toque de chipotle para darle el picantito que aparece en el original.

Noche con nota alta en el Chiringuito Tropical que espera ya a los que vayan a disfrutar de las siguientes Cenas de una Noche de Verano y todos esos mediodías y tardeo llenos de buena gastronomía en ese Solete Repsol del sur de Lanzarote.

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